Ruta cultural: "Tras las huellas de los ingleses"
Todos los grupos de 1º de Bachillerato del IES SIETE PALMAS realizaron una ruta cultural en Las Palmas durante la mañana. Organizó la profesora Clara Ortíz y acompañó el profesor Narciso Rodríguez, ambos del departamento de Inglés, con la colaboración de Guillermo, el guía de la ruta. La actividad, que fue realizada íntegramente en lengua inglesa, ha sido valorada muy positivamente tanto por los profesores como por el alumnado, recomendando realizarla en los próximos cursos.
Reseña histórica
La ciudad de Las Palmas de Gran Canaria que hoy conocemos es fruto de la interacción de varias culturas. Sin lugar a dudas, a finales del siglo XIX y principios del XX una de las culturas que más dejó su impronta en nuestra ciudad fue la cultura británica.
El núcleo fundacional originario, Vegueta y Triana, fue el único lugar habitado por los ciudadanos de Las Palmas de Gran Canaria hasta bien entrado el siglo XVIII. Fuera de él, hacia La Isleta, todo eran arenales "sin ningún valor", como bien señala el propio Domingo J. Navarro en su obra Recuerdos de un noventón.
Las posibilidades que ofrecía la isla para el crecimiento de la ciudad hacia el norte solo fue vista por los británicos, que estaban desprovistos de los "valores" de la burguesía local, que creía "poco digno" el trasladar su residencia al "desierto" próximo al puerto de la Luz.
Nombres como Doorly, Elder, Pery Blandy, los herederos de Wood, Blottnitz, Miller, Swanston, la compañía Elder y Dempster, la General Canary Company, la Blandy o la Grand Canary Coaling Company de Sir Alfred L. Jones estarán siempre ligados al nacimiento de la zona hoy denominada Ciudad Jardín, en un principio conocida como "Barrio de los Ingleses".
La aportación británica tampoco pasa desapercibida en la actividad económica local. El plátano, el tomate y el turismo, entre otros, recibieron un gran impulso de manos de súbditos británicos que decidieron establecerse en Gran Canaria. Esa aportación cultural y económica creemos que no puede ni debe ser olvidada, ya que forma parte de nuestra historia y como tal debe ser transmitida de generación en generación, porque sin ella no se podría entender la Canarias del siglo XXI.